Hijo de la yuta me enseñaron a decirte mis amigas.
Para no ofender a las compañeras trabajadoras sexuales.
Tépido me da por decirte,
tibio culiao.
Que ganas de haberte escuchado gritar,
quizás si alguna vez hubiéramos llorado mirándonos de frente me partiría con un sentimiento más magnánimo,
pero no me dejaste palabras,
solo tuve una pasajera tibieza de plumavit.
Qué pasa si el misterio del túnel de tus ojos es que nunca hubo nada al final?
Y tu voz que tanto esperé solo se alzó para decirme ya no te quiero
Alguna vez vino la persona que más querías y te amarró una bomba al cuerpo?
E l d o l o r r e c l a m a s a n g r e
y yo quiero renacer en el baño tibio de tu dolor.