así es la vida entonces espinas de Israel / amor crucificado, corona de desdén

Me voy pal' norte, igualito que Runrun. Se que he despotricado contra regiones y más específicamente contra las malditas regiones áridas al norte del país millón de veces y lo seguiré haciendo. Me he convencido con lo años que es la falta de vegetación la que me mata, que necesito arbolitos, para que decir celular e internet; pero asumamoslo, lo que me tiene tan condicionada es sin duda una experiencia traumática. Me parece que fue una semana santa, tal vez el año 2007 porque tenía el pelo muy corto, no vi ni un solo huevo de pascua y lo más emocionante de todo el viaje fue sin duda un colosal jugo de frambuesas que me tomé en un chiringuito perdido entre el valle y esa otra cosa seca que no se como se llama. La verdad la verdad? puede que haya sido muy hermoso, tengo bonitas postales en la cabeza, pero yo nunca estuve ahí. Estaba en otro lugar muy lejos, pensando, devanandome los sesos por saber que hice mal, que esa mirada, que se comentario, que tal vez estabas conectado ahora y yo no podía conectarme para decirte "hola/hola/como estás?/bien y tu?/bien también/que cuentas?/nada y tu?/nada" . Era una cabra chica mañosa a la que habían arrastrado a un lugar en donde la luz se corta a las 6 de la tarde, un lugar en donde había mucho tiempo para estar consigo misma: yo no quería estar conmigo misma yo quería estar conectada mirando si te conectabas. Que enferma. Ahora me voy de vuelta y tengo mucho miedo de estar conmigo, no puedo estar conmigo necesito ruido, gente; el exceso de introspección mata a miles de personas primermundistas todos los días, yo no me quiero morir.

Igual como odio la playa, tu sabes porque, te entremezclas en todos mis condicionantes. Quiero romper con todo, quiero destruir todo lo que "soy". No mentira no quiero, me amo demasiado. Hasta fantasear con la muerte por muy ridículo que sea suena bien cuando se trata de hacer sentir. Quiero hacerte sentir, quiero sentir, quiero mi colchón de respaldo, mi cheerleader incondicional. Quiero poder estudiar, la angustia inmoviliza, quiero poder escribir coherentemente pero se me va de las manos.