Friday, September 19, 2014

Septiembre

La otra noche desperté muy angustiada. Tenía una pregunta atravesada en la garganta. Una pregunta demasiado honesta para ser preguntada entre tu y yo. Es que el velo lleva años mostrando sólo partes de lo que somos, de lo que nos queremos mostrar. Todo tan fríamente calculado que aún cuando nos gritábamos y desgarrábamos de dolor y rabia parecía que detrás hubiera una orquesta. Una ópera, un tema indie full color, música para saltar de una azotea, un esta no es otra de tus malditas obras de teatro! La angustia me cierra la garganta, tengo sed, sentí sin pensar, me olvidé el salvavidas, estaba soñando por la cresta! Ahora ni siquiera nos gritamos. "El hombre solo lo piensa todo demasiadas veces hasta llegar a lo peor". Llegar a lo peor, una y otra vez, llegar a lo peor. Y dudo si alguna vez hubo verdad ahí, entre tu y yo, las máscaras son nuestro juego, pero no se si me perdí en tus ojos esa vez. Me pregunto y me contesto que sí, que parece que sí, que nos miramos a los ojos y nos vimos, que esa fábula que nos inventaste tu también la creíste, aunque fuera por un segundo. Que no te estabas repitiendo, que no era sólo un cambio de cuerpo. Cierro los ojos con fuerza y apretando los puños intento volver a dormir, dormir para olvidar, para evadir, para no sentir. Pero no se va, la pregunta sigue ahí. Que ganas de saber, que ganas de tener el coraje. Para de hacer el loco María Fernanda! Obsesiva compulsiva déjalo ir. Pero me quita el sueño y tengo que expulsarlo aunque sea escribirlo en la puntita de una servilleta usada. Amas? No si amas a alguien, ni si me amaste a mi - a pesar de todo lo que lo negaste, vehemente con una serie de argumentos sin sangre-. Sólo necesito saber si tienes la capacidad de amar. A lo que sea. Amas? Necesito entender, por qué. Si me dijeras que no quizás podría olvidarlo. Pero no me vas a decir que no. Y yo egoístamente voy a seguir aquí partiéndome la cabeza, el cuerpo, el corazón. Porque no se si algún día lo voy a entender.