Es de madrugada

Hoy es otra de esas noches donde tengo que gritar que te echo de menos. Por fin estoy sufriendo como adulto ¿Sabes? Me tomo un largo de vodka antes de dormir porque así se ve en las películas la decadencia humana. Me gustaría que nos pudiéramos reír juntos de estas miserias tontas. De que estamos viejos ¿Sabes? Llegó tu revolución. No puedo creerlo. Se siente como si tuviera sangre en las venas. Se parece mucho al final post-apocalíptico que soñé una vez con nosotros.
Ay mi Norte, mi casa... ¿Dónde andarás? ¿En qué pasos te encuentran mis versos que atemporales? Se estiran para acariciarte, atravesando todas las puertas del tiempo. Es la magia del corazón roto.
Pienso en tu brazo la última vez que te tuve enfrente. Le faltaba yo. Brillaba como neon un lugar entre tu cintura y tu codo. Tus párpados a media asta, me querías y no me querías mirar. Y ahí yo miraba mi lugar en tu cuerpo como me demandaba, como me gritaba. Parecía un recuerdo deslavado de lo que fue, una película de los 60 como siempre, en los tonos magenta de tu chaleco favorito. Cuando por fin alzaste la vista tus ojos negros tenían un brillo de pena tan familiar que me rompió el corazón. Otra vez ¿Por qué si las palabras eran catedrales en el papel enmudecieron ante tus ojos brillantes de añorar? Porque me dio miedo. Porque te quiero tanto y no estaba lista y no te puedo hacer daño nunca más. Amárrenme las manos amárrenme los labios. No te puedo hacer daño nunca más.
Norte te extraño en mis manos y en la boca. Norte no puedo más de pena, en las noches, y en las mañanas de alegría. Es que en mi mundo onírico paralelo siempre te he veo, te siento encimita del corazón como un prendedor. Norte mío como extraño tu amor.

Destiempo

Cuando empezamos tu repetías mucho que nos estábamos conociendo y a mi me daba rabia porque yo te había visto ya el alma. Después justo cuando empezaste a hablarme de mi con propiedad, yo me di cuenta que a mi retrato de ti le faltaban detalles, detalles que empecé a registrar fascinada. Y justo cuando comenzaba a sentir que te conocía... Decidiste irte.