Friday, February 28, 2014

Autoayuda

Desearía que hubiéramos bailado más, que nos hubiéramos reído más, que te hubiera hecho reír más y no haber sido tan dura con todos los detalles (y definitivamente desearía que nunca hubieras deseado morir por mi culpa). Desearía no haber estado añorando el pasado inexistente todo el tiempo, igual que lo estoy ahora. Porque es eso: inexistente. Mi pasado soñado no existe ni tampoco mi futuro si no logro respirar aquí y ahora. Mi profesora decía que actuar era todo sobre estar, presencia presente. Y yo me ponía mis patas de algodón elasticado y pensaba en el presente desde afuera y me veía pensando mirando hacia arriba vestida en una estúpida malla y creía que estaba ahí. Pero no estaba ahí, ni estoy aquí ahora estoy escribiendo otro pasado más y mirándome escribir al mismo tiempo. Quiero bailar a pie pelado y sentir el suelo en las plantas y la música en los oídos. Quiero estar viva y no estar arrepintiéndome y repensándome cada tonta decisión. Porque mi actitud no-regrets es del todo hipócrita y me arrepiento de todo y de nada día por medio. Y después me doy risa y me digo que estoy exagerando que no estoy tan loca, que soy feliz y que no tengo depresión endógena. Quiero vivir y hacer, no sólo dormir para evadir que el par de cosas no salieron como quería. Aunque esas cosas fueran personas maravillosas. No hay que rendirse, pero tampoco hay que dejarse de mover. Es cómo eso del giro romanticista, el vuelco a la vida cotidiana que está esperándote en la acera y transformará tu vida por completo haciéndola misteriosa y llena de sorpresas y aventuras. Lo busco tan desesperadamente que me lo invento en las cosas más absurdas -cómo un corte de pelo o un cambio en la dieta- y me lo creo por un tiempo cuya extensión depende del poder de convencimiento que le de en la historia de respaldo. Si es una historia de amor va durar un buen tiempo; un par de meses arriba-arriba y luego un año de lamento sentido llegando finalmente al desengaño -autodesengaño- de mi propia invención. Y que no, otra vez no era mi golpe de suerte, mi final feliz, mi vida soñada, sino otro cebo de mi propia imaginación defendiéndose de una realidad poco amigable para mi inaptitud total a la realidad ¿Seré esquizofrénica? 




necesito un diario

No comments: